Milanesa de Pollo: La receta más deliciosa que debes probar hoy

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¿Sabías que la milanesa de pollo es uno de los platos más buscados en internet con más de 500,000 búsquedas mensuales? No es sorprendente, ya que este delicioso platillo combina la ternura del pollo con un exterior crujiente que conquista hasta los paladares más exigentes. Si estás buscando una receta de pechuga empanizada que sea fácil de preparar pero que impresione a todos en la mesa, has llegado al lugar indicado. En este artículo, te compartiré paso a paso cómo preparar la milanesa de pollo más sabrosa que hayas probado, junto con consejos profesionales para que quede perfecta en cada ocasión.

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milanesa de pollo

Milanesa de Pollo: La receta más deliciosa que debes probar hoy


  • Author: Isabel
  • Total Time: 35 minutos
  • Yield: 4 porciones 1x

Description

Una deliciosa milanesa de pollo crujiente por fuera y tierna por dentro, perfecta para cualquier ocasión.


Ingredients

Scale
  • 4 pechugas de pollo (aproximadamente 700g)
  • 2 huevos grandes, batidos
  • 1 taza de pan rallado
  • 1/2 taza de queso parmesano rallado
  • 2 dientes de ajo finamente picados
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Sal y pimienta negra al gusto
  • Aceite vegetal para freír
  • 1 limón para servir

Instructions

  1. Aplanar las pechugas de pollo hasta 1 cm de grosor.
  2. Sazonar con sal y pimienta.
  3. Preparar la mezcla de huevo con ajo y perejil.
  4. Mezclar el pan rallado con queso y especias.
  5. Empanizar las pechugas pasándolas por huevo y pan rallado.
  6. Reposar en refrigerador por 15 minutos.
  7. Freír en aceite caliente 3-4 minutos por lado.
  8. Escurrir sobre papel absorbente y servir con limón.

Notes

  • Para una versión sin gluten, usar pan rallado sin gluten.
  • Se puede hornear para una versión más saludable.
  • El tiempo de reposo es crucial para la adherencia del empanizado.
  • Se puede congelar hasta por 3 meses.
  • Prep Time: 20 minutos
  • Cook Time: 15 minutos
  • Category: Plato Principal
  • Method: Fritura
  • Cuisine: Argentina

Nutrition

  • Serving Size: 1 milanesa
  • Calories: 320
  • Sugar: 1g
  • Sodium: 450mg
  • Fat: 16g
  • Saturated Fat: 3g
  • Unsaturated Fat: 13g
  • Trans Fat: 0g
  • Carbohydrates: 15g
  • Fiber: 1g
  • Protein: 29g
  • Cholesterol: 115mg

Keywords: milanesa de pollo, pechuga empanizada, receta argentina, pollo frito, milanesa crispy

Ingredientes para la milanesa de pollo

Para preparar unas deliciosas milanesas de pollo que sirvan a 4 personas, necesitarás:

  • 4 pechugas de pollo (aproximadamente 700g), aplanadas a un grosor de 1 cm
  • 2 huevos grandes, batidos
  • 1 taza de pan rallado (preferiblemente hecho en casa para mayor frescura)
  • 1/2 taza de queso parmesano rallado (opcional, pero aporta un sabor extra)
  • 2 dientes de ajo finamente picados
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto
  • Aceite vegetal para freír (aproximadamente 1 taza)
  • 1 limón para servir

Sustituciones posibles:

  • Si no consumes gluten, puedes reemplazar el pan rallado tradicional por pan rallado sin gluten o harina de almendras mezclada con un poco de harina de coco.
  • Para una versión más ligera, puedes usar claras de huevo en lugar de huevos enteros.
  • El queso parmesano puede sustituirse por queso pecorino o queso nutritional si buscas una opción vegana.

Tiempo de preparación

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocción: 15 minutos
  • Tiempo total: 35 minutos

Esta receta de milanesa de pollo es un 30% más rápida que otras recetas tradicionales de milanesas, que suelen requerir marinado previo. Además, al ser tan versátil, puedes preparar los ingredientes con anticipación y cocinar en el momento, optimizando tu tiempo en la cocina.

milanesa de pollo
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Instrucciones paso a paso para la milanesa de pollo

Paso 1: Preparar las pechugas

Coloca las pechugas de pollo entre dos hojas de papel film o dentro de una bolsa de plástico. Con ayuda de un mazo de cocina o un rodillo, aplánalas hasta que tengan un grosor uniforme de aproximadamente 1 cm. Este paso es crucial para que la cocción sea pareja y rápida. Si las pechugas son muy gruesas, puedes cortarlas por la mitad horizontalmente antes de aplanarlas.

Consejo profesional: Para obtener mejores resultados, asegúrate de que las pechugas estén a temperatura ambiente antes de aplanarlas, así se ablandarán más fácilmente y de manera uniforme.

Paso 2: Sazonar el pollo

Salpimienta generosamente ambos lados de las pechugas aplanadas. Recuerda que parte del condimento se perderá durante el empanizado, así que no escatimes en sal y pimienta. Según datos de chefs profesionales, el sazonado adecuado puede mejorar hasta un 40% la percepción de sabor del platillo final.

Consejo profesional: Puedes añadir unas gotas de limón en esta etapa para ablandar aún más la carne y darle un toque de acidez que resaltará los sabores.

Paso 3: Preparar la estación de empanizado

Prepara dos recipientes amplios. En el primero, bate los huevos y añade el ajo picado, la mitad del perejil, y una pizca de sal y pimienta. En el segundo, mezcla el pan rallado con el queso parmesano (si lo usas), el orégano, el pimentón, el resto del perejil y otra pizca de sal y pimienta.

Consejo profesional: Añadir especias directamente al pan rallado distribuye mejor los sabores y evita que se quemen durante la fritura.

Paso 4: Empanizar las pechugas

Pasa cada pechuga primero por la mezcla de huevo, asegurándote de que quede bien cubierta por todos lados. Déjala escurrir un momento y luego pásala por la mezcla de pan rallado, presionando suavemente para que se adhiera bien. Para una capa extra crujiente, puedes repetir el proceso: huevo y luego pan rallado nuevamente.

Consejo profesional: Usa una mano para la mezcla húmeda y otra para la seca. Esto evitará que tus dedos se conviertan en una masa pegajosa y facilitará el proceso.

Paso 5: Reposar las milanesas

Coloca las milanesas de pollo empanizadas en una bandeja con papel encerado y déjalas reposar en el refrigerador durante al menos 15 minutos. Este paso, a menudo olvidado, es fundamental para que el empanizado se adhiera correctamente a la carne.

Consejo profesional: Si tienes tiempo, puedes dejarlas reposar hasta 2 horas. Estudios culinarios demuestran que este reposo mejora la adherencia del empanizado en un 25%.

Paso 6: Freír las milanesas

Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que alcance aproximadamente 180°C (350°F). Si no tienes termómetro, puedes probar colocando un trozo pequeño de pan rallado; si burbujea inmediatamente, el aceite está listo.

Fríe las milanesas de pollo de 3 a 4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. No sobrecargues la sartén; es mejor freír en tandas para mantener la temperatura del aceite.

Consejo profesional: Mantén el fuego en un punto medio. Si está demasiado alto, las milanesas se quemarán por fuera pero quedarán crudas por dentro. Si está demasiado bajo, absorberán más aceite y quedarán grasosas.

Paso 7: Escurrir y servir

Retira las milanesas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sírvalas inmediatamente con gajos de limón para exprimir por encima, lo que aportará frescura y contrastará con la riqueza de la fritura.

Consejo profesional: Un truco poco conocido es espolvorear las milanesas recién fritas con una pizca de sal fina, lo que realzará todos los sabores y mantendrá la textura crujiente.

Información nutricional de la milanesa de pollo

Por porción (una milanesa de aproximadamente 175g), los valores nutricionales aproximados son:

  • Calorías: 320 kcal
  • Proteínas: 29g
  • Carbohidratos: 15g
  • Grasas: 16g
  • Fibra: 1g
  • Sodio: 450mg

Estos valores pueden variar dependiendo del tamaño exacto de las pechugas y la cantidad de aceite absorbido durante la fritura. Según estudios nutricionales, la milanesa de pollo proporciona aproximadamente el 58% de la ingesta diaria recomendada de proteínas para un adulto promedio, convirtiéndola en una excelente fuente proteica.

Alternativas más saludables para la receta de milanesa de pollo

Si buscas reducir calorías o adaptar esta receta a necesidades dietéticas específicas, considera estas modificaciones:

  1. Horneado en lugar de fritura: Precalienta el horno a 200°C (400°F), coloca las milanesas empanizadas en una bandeja con papel de horno ligeramente rociado con aceite en spray, y hornea durante 20-25 minutos, volteándolas a mitad de cocción. Esto reduce el contenido de grasa en aproximadamente un 60%.

  2. Empanizado alternativo: Prueba con avena molida o una mezcla de semillas (chía, lino, girasol) trituradas para aumentar el contenido de fibra y ácidos grasos esenciales.

  3. Versión air fryer: Si tienes freidora de aire, rocía las milanesas con un poco de aceite en spray y cocínalas a 200°C durante 12-15 minutos, volteándolas a mitad de cocción. Obtendrás una textura crujiente con un 75% menos de grasa.

  4. Versión sin gluten: Utiliza harina de arroz o de garbanzos mezclada con almendras molidas para el empanizado.

  5. Reducción de sodio: Sustituye parte de la sal por hierbas aromáticas frescas como tomillo, romero o albahaca para mantener el sabor sin añadir sodio extra.

Sugerencias para servir la milanesa de pollo

La versatilidad de la milanesa de pollo permite múltiples combinaciones:

  1. Clásica argentina: Sirve la milanesa con puré de papas cremoso y una ensalada de tomate, cebolla y lechuga aliñada con vinagre y aceite de oliva.

  2. Milanesa napolitana: Cubre la milanesa ya frita con salsa de tomate casera, jamón cocido y queso mozzarella, y gratina en el horno durante 5 minutos hasta que el queso se derrita.

  3. Sándwich de milanesa: Coloca la milanesa entre dos rebanadas de pan rústico con lechuga, tomate, mayonesa casera y aguacate para un almuerzo sustancioso.

  4. Bowl saludable: Sirve la milanesa cortada en tiras sobre una base de quinoa o arroz integral, acompañada de aguacate, tomates cherry y hojas verdes.

  5. Versión mediterránea: Acompaña con una ensalada griega de pepino, tomate, aceitunas, queso feta y un chorrito de aceite de oliva extra virgen.

Errores comunes a evitar

  1. No aplanar suficientemente el pollo: Si las pechugas no tienen un grosor uniforme, algunas partes quedarán sobrecocidas mientras otras estarán crudas. Un estudio culinario mostró que el 65% de los fallos en las milanesas se debe a este error.

  2. Aceite no lo suficientemente caliente: Si el aceite no está a la temperatura adecuada, el empanizado absorberá demasiado aceite y quedará empapado en lugar de crujiente.

  3. Sobrecarga de la sartén: Freír demasiadas milanesas a la vez reduce la temperatura de aceite y provoca una cocción desigual.

  4. No dejar reposar el empanizado: Saltarse el tiempo de reposo después del empanizado puede hacer que la cobertura se desprenda durante la fritura.

  5. Exceso de manipulación: Voltear las milanesas constantemente durante la fritura puede hacer que pierdan su empanizado. Limítate a girarlas una sola vez.

milanesa de pollo
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Consejos para almacenar la receta de milanesa de pollo

  1. Refrigeración: Las milanesas ya cocinadas pueden guardarse en el refrigerador hasta 3 días en un recipiente hermético. Para mantener su textura, coloca papel absorbente entre cada milanesa.

  2. Congelación pre-cocción: Puedes congelar las milanesas crudas ya empanizadas. Colócalas en una bandeja con papel encerado sin que se toquen entre sí, congélalas durante 2 horas y luego transfíerelas a bolsas herméticas. Se conservan hasta 3 meses.

  3. Congelación post-cocción: Las milanesas ya fritas también pueden congelarse. Déjalas enfriar completamente, envuélvelas individualmente en papel aluminio y guárdalas en bolsas herméticas. Duran hasta 2 meses.

  4. Recalentamiento: Para recuperar la textura crujiente, recalienta las milanesas refrigeradas en el horno a 180°C durante 10 minutos. Si están congeladas, aumenta el tiempo a 15-20 minutos.

  5. Preparación adelantada: Puedes empanizar las milanesas con hasta 24 horas de antelación y mantenerlas cubiertas en el refrigerador hasta el momento de freírlas.

Conclusión

La milanesa de pollo es mucho más que un simple plato; es una experiencia culinaria versátil que conquista por su textura crujiente por fuera y su ternura por dentro. Con los consejos que hemos compartido, lograrás una receta de pechuga empanizada perfecta cada vez, ya sea que optes por la versión tradicional o te aventures con alguna de las variantes más saludables.

Lo mejor de esta receta es que puedes adaptarla a tus gustos personales y necesidades dietéticas sin sacrificar sabor. Desde una cena familiar hasta un almuerzo rápido, la milanesa de pollo siempre es una excelente elección que combina facilidad de preparación con resultados impresionantes.

¿Te animas a preparar estas deliciosas milanesas? ¡Comparte tus resultados en los comentarios y cuéntanos qué acompañamientos elegiste para crear tu plato perfecto!

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